Juan Ignacio Soulignac: Licenciado en Psicología (UdeMM). Maestría en Pareja y Familia – Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. Atención de pacientes, familias, y acompañamiento en procesos de adopción. jisoul@gmail.com
Resumen: El presente trabajo estudia la concepción de deseo de hijo en relación con la filiación, al tiempo que indaga sobre la construcción social de la homoparentalidad desde una lógica no reduccionista heteronormativa, sino que incluye la perspectiva de género para pensar la adopción en parejas homoparentales.
Descriptores: Homoparentalidad, Deseo, Hijo, Adopción.
* El presente escrito se inspira y desarrolla la perspectiva del autor en su Trabajo Final de Maestría, en el marco de la Maestría en Psicoanálisis de Familia y Pareja, realizada en APdeBA (Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires) en el año 2019.
1. Filiación y homoparentalidad
La concepción de la filiación pertenece al terreno de lo social y su construcción se ha realizado en torno a dos modelos diferentes: biológico y social (Salazar, 2009).
Sin embargo, la realidad familiar actual es heterogénea y admite una ruptura de los vínculos tradicionales de parentesco, que se ven resignificados por cambios sociales, técnicos y políticos. El quiebre del modelo hegemónico de familia implica la transformación de las prácticas de crianza y de la concepción de la filiación (Santos, 2013).
Desde el psicoanálisis se considera que el vínculo filiatorio padres-hijos consiste en un complejo proceso de ligazón de la cría a una cadena simbólica, que implica tanto investimiento como transmisión (Rajnerman y Santos, 2011).
Por eso, podemos inferir que la filiación es una adopción simbólica y afectiva, de modo que todo hijo es adoptado, porque para que exista un hijo debe haber al menos un adulto que lo adopte simbólicamente como tal, ubicándolo en determinado lugar en el mundo.
Las formas de parentesco y filiación, así como de familia, que se alejen de la norma entendida como la que instituye la familia basada en la pareja heterosexual, se consideran peligrosas para el desarrollo del niño, así como también para las leyes culturales y simbólicas que sustentan la sociedad.
En este sentido, si la homoparentalidad es aún percibida como peligrosa, lo es porque lleva al fracaso al modelo biológico o naturalista y también porque radicaliza la dimensión de la cultura en torno a las reglas que rigen la filiación (Borillo, 2009).
En la homoparentalidad, las nociones de parentesco y lazo afectivo se ven reformuladas en tanto avanzan las reivindicaciones homosexuales tendientes a formar proyectos parentales o familiares. Es por este motivo que, en la parentalidad homosexual, el parentesco adquiere un sentido diferente al verse desligado del sexo biológico, lo que lo ayuda a desnaturalizar las formas culturales impuestas, revelando su carácter social, político y contingente (Rea, 2011).
Por otro lado, la homoparentalidad rompe con el modelo clásico de la identificación de madre y padre, dando paso a nuevas definiciones de maternidad y paternidad. En este nuevo ordenamiento, la madre no es irremplazable, sino que las funciones de holding y handling pueden ser suplidas por el padre o inclusive por otras figuras, a la vez que la maternidad no supone exclusivamente un vínculo genético, sino que puede relacionarse con funciones genéticas, gestativas o de crianza (Pesino, 2016).
El deseo de formar una familia, o de ser padre o madre, trasciende la identidad sexual de un sujeto, ya que implica la voluntad de transmisión de las experiencias y conocimientos hacia la descendencia. Esto es así porque la capacidad de ser padres o madres no depende de la tendencia sexual de la persona, sino de su capacidad afectiva (Moreschi, 2012).
2. Deseo homoparental desde una lógica no reduccionista
Para comprender la conformación del deseo homoparental, o, mejor dicho, la homoparentalidad en tanto una de las tantas modalidades de acceso a la paternidad y maternidad, conviene detenerse en el análisis que hace Michel Tort (2016). Sostiene que la construcción psicoanalítica, partiendo de Freud y actualizándose con Lacan, es un mecanismo que busca restituir al padre el poder perdido. Ya que el padre, además del protagonista principal del patriarcado, es también el eje del psicoanálisis (Volnovich, 2016). Para que un infante se erija como sujeto social, es preciso que sea rescatado de su propia madre. Quien salva al niño y lo inserta en la vida social es el padre.
El desdibujamiento del patriarcado y la apertura a otras formas posibles de parentalidad no es el fin del mundo, sino el fin de un mundo, en donde los varones adquirían roles tradicionales y tenían el monopolio de la función simbólica, basada en el dominio masculino (Tort, 2016).
Se torna imperioso retomar la cuestión de las funciones desde el pensamiento de Winnicott, quien antepone el concepto de función frente al del sujeto que la lleva a cabo, sea la madre, el padre o un substituto. Dado que la función implica un movimiento que posibilita un proceso, es independiente del individuo que realiza el cuidado materno, por eso para el autor la llamada función maternal puede ejercerla cualquier persona que esté en condiciones y tenga voluntad de realizarla, más allá de su sexo biológico.
En referencia a la” función paterna”, el conflicto aparece en relación a la ley del padre cuando se trata de una familia homosexual, ya que, de acuerdo al pensamiento tradicional, la familia estaría en jaque si el padre ya no es el padre, si las mujeres controlan la procreación o los homosexuales reclaman procesos de filiación. El énfasis en la autoridad patriarcal recreada en la ley paterna parte de la idea de que la madre tiene una ligazón primordial con el hijo y esto “implicaría un goce que impediría una salida simbólica exogámica en la trama de los lazos sociales. De aquí que solo un corte –simbólico- a través de la llamada función paterna permitiría esa salida exogámica” (Glocer Fiorini, 2007).
Ahora bien, si ley de padre es una función de corte y separación, y constituye un mecanismo simbólico que está colocada en la “función paterna” es como resultado de una visión patriarcal de la ley, pero que la transciende.
El deseo de hijo va más allá de la opción sexual, sea ella hetero u homosexual. Concebir el deseo homoparental desde una lógica no reduccionista implica cuestionar el concepto de familia nuclear heterosexual, el complejo o la teoría de Edipo como forma de resolución de la subjetivación sexuada y la salida a la heterosexualidad y la diferencia sexual anatómica como garantía del acceso al universo simbólico (Glocer Fiorini, 2012).
3. Homoparentalidad desde una perspectiva de género
Uno de los obstáculos que deben enfrentar las familias homoparentales es la homofobia, dado que el temor o el miedo al rechazo por parte de la sociedad en la que vive podrían llevar al individuo a situaciones de aislamiento, baja autoestima, culpa o vergüenza, impactando en la vida familiar (Santana y Henríquez, 2014).
Se puede decir entonces que la homofobia no es solo el miedo o el rechazo a la relación sexual entre personas del mismo sexo biológico, sino el rechazo a la confusión de géneros.
El modelo psicoanalítico de la construcción del deseo y de la identidad sexual no cuestiona el paradigma heteronormativo y tradicional, ya que postula que lo femenino y lo masculino son los pilares de la entrada al orden simbólico, a la vez que no da cuenta de cómo la homosexualidad podría contribuir a la génesis de la constitución identitarias de la sexualidad.
Los niños que provienen de un hogar homoparental poseen un funcionamiento cognitivo, social, emocional y sexual idéntico a aquellos que crecieron en una familia de corte heterosexual. Las diferencias en el desarrollo no se relacionan con la identidad sexual de los padres, sino con la naturaleza de las relaciones e interacciones al interior de la estructura familiar (American Psychological Association, 2005).
De modo que las condiciones para una parentalidad responsable y adecuada al objetivo de una crianza saludable no dependen solo de factores externos como el matrimonio, la opción sexual o el deseo de hijo, sino de la salud psicológica y mental de aquellos que ejercen la función parental. De esta forma, la pareja heterosexual como opción unívoca de familia queda superada y deja de ser un requisito fundamental y necesario (Badinter, 1980).
4. La adopción homoparental
La adopción puede entenderse como el sendero que habilita el establecimiento de una relación parental-filial en donde no existe el vínculo consanguíneo.
En ese sentido, los roles de maternidad y paternidad exceden la constitución biológica o la orientación sexual, dado que son una construcción personal, atravesada por la cultura, y que constituyen una forma de vinculación que se elabora cotidianamente, a través del amor y del cuidado de los hijos (Ruzo, 2012).
Ser padres por la vía de la adopción incluye un plus de trabajo vincular para la nueva familia, porque el hijo es fruto de la relación sexual de otra pareja. Adoptar, por lo tanto, es plantearse y llevar a cabo el vínculo parento-filial desde otros presupuestos que no son los biológicos.
La mayoría de los prejuicios en torno a la adopción homoparental se relacionan con estereotipos que han sido refutados por varias investigaciones. Uno de ellos es el temor infundado al abuso sexual por parte de los padres adoptivos.
Otro de los prejuicios en torno a la adopción homoparental es aquel que se relaciona con la elección de la identidad sexual del niño, dado que al tener como referencia un hogar en donde los miembros de la pareja son homosexuales, los hijos reproducirían automáticamente las elecciones sexuales de aquellas personas que los criaron (Ruzo, 2012).
Es importante destacar que, al igual que sucede con las personas con orientación heterosexual, no todos los homosexuales serán candidatos adecuados para ejercer roles parentales, independientemente del deseo de hijo o de familia que manifiesten (Palacios, 2005).
En este sentido, la capacidad de dar amor no se relaciona con la orientación sexual, sino con la función de crianza que ejerzan los adultos dentro del seno de la familia (Ruzo, 2012).
Para substituir el término “familia adoptiva”, proponemos usar “familias enlazadas”, alianzas producidas por el deseo de familia, donde las funciones se ejercen independientemente de la identidad sexual de quien las integra. Calificar un modelo familiar en detrimento de otro para la adopción, o plantear que es “lo mismo”, seria no observar lo novedoso, y negar las diferencias, donde hay que plantear la posibilidad de pensar la inclusión de otros modos de organización vincular.
5. La aceptación de la diversidad sexual
La sexualidad es en sí misma un campo de lucha donde se llevan a cabo determinaciones y resistencias, a la vez que surgen diversas negociaciones. Aquellos que trasgreden la “normalidad”, lo que se espera del género y la heterosexualidad, son de una u otra forma perseguidos, por eso señalamos que la sexualidad es un hecho político (Mogrovejo, 2008).
En Tres ensayos para una teoría sexual, Freud expone la homosexualidad y su origen complejo, distinguiendo tres formas diferentes de homosexualidad, a las que denomina “invertidos”. Para el autor existen los “invertidos absolutos”, cuyo objeto sexual es el mismo sexo, los “invertidos anfígenos” (hermafroditas psicosexuales), que toman como objeto sexual indistintamente uno u otro sexo, y los “invertidos ocasionales”, quienes pueden llegar a adoptar como objeto sexual a un sujeto del mismo sexo (Freud, 2014).
Por otro lado, Freud también distingue entre la homosexualidad congénita y una homosexualidad adquirida, derivada de una inversión causada por determinadas influencias externas, como celibato, trato exclusivo con personas del mismo sexo, entre otras. Sin embargo, en su mencionada obra no ofrece una explicación sobre el origen de la homosexualidad, u origen de la inversión. Propone separar el instinto sexual del sujeto del objeto sexual en sí mismo y reflexiona sobre el lugar en el cual reside la homosexualidad o lo invertido, si es en el sujeto del instinto o en el objeto sexual.
Pero, el género es una construcción social e histórica, expuesta a reformas, ya que es una forma cultural de configurar el cuerpo (Butler, 2006). En este sentido, los cuerpos son constructos geopolíticos marcados por su posición, con una historia y geografía específicas (McDowell, 2000).
Aparecen identidades diversas y disidentes del modelo heteronormativo dominante. La homosexualidad y la transexualidad son orientaciones que reclaman el reconocimiento de los sujetos en relación a derechos que implican la no discriminación, la no violencia, la libertad de elección, el reconocimiento de la diferencia y la libertad de cambiar la identidad sexual (Salinas, 2006).
El concepto diversidad sexual implica un quiebre en la lógica discursiva, que va más allá de un movimiento que busca el reconocimiento, sino que procura una integración en términos epistemológicos (Mogrovejo, 2008).
No se trata entonces de tolerancia a “familias diferentes”, ya que eso presupone la existencia de una familia u organización familiar ideal o normal. En este sentido, el concepto diversidad sexual que se manifiesta en la lucha del colectivo LGTTB radica en el reclamo del espacio no solo público, sino también psíquico, de representación de su sexualidad, en defensa de su esfera imaginaria y su ser sexuado.
ᴪ ᴪ ᴪ
O desejo de um filho em casais homoparentais: da heteronormatividade às perspectivas da diversidade sexual
Resumo: Este artigo estuda a concepção de desejo de filho em relação à filiação, ao mesmo tempo em que indaga sobre a construção social da homoparentalidade a partir de uma lógica heteronormativa não reducionista, mas inclui a perspectiva de gênero para pensar adoção em casais homoparentais.
Descritores: Homoparentalidade, Desejo, Filho, Adoção.
The desire for a child in homoparental couples: from heteronormativity to the perspectives of sexual diversity
Abstract: This paper studies the conception of desire for a child in relation to filiation, while inquiring about the social construction of homoparentality from a non-reductionist heteronormative logic, but rather includes the gender perspective to think about adoption in homoparental couples.
Descriptors: Homoparentality, Desire, Child, Adoption.
Referencias
Badinter, E. (1980). L’amour en plus. Flammarion.
Butler, J. (2006). Deshacer el género. Paidós Ibérica.
Borrillo, D. (2009). Le droit des sexualités. Puf.
McDowell, L. (2000). Género, identidad y lugar. Cátedra.
Moreschi, G. (2012). Familias Homoparentales. Disponible en: http://gracielamoreschi.com.ar/familias-homoparentales/
Freud, S. (2014). Tres ensayos de teoría sexual y otras obras. En Obras Completas. Amorrortu. (Trabajo original publicado 1901-05)
Glocer Fiorini, L. (2012). Los procesos de subjetivación el contexto de las diversidades sexual. Revista de la Sociedad Argentina de Psicoanálisis, 15.
Palacios, J. (2005, 28 de junio). Matrimonio, adopción, homosexualidad. El País. https://elpais.com/diario/2005/06/28/sociedad/1119909611_850215.html
Pesino, C. (2016). Reprogenéticas, parentalidad homosexual y nuevas familias: análisis de las nuevas estructuras familiares que se plantean a partir de las nuevas técnicas de reproducción humana. En VIII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXIII Jornadas de Investiga-ción XII Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología. https://www.aacademica.org/000-044/40.pdf
Rajnerman, G. & Santos, G. (2011). Vínculos de filiación: diversos modos de intervención. En Actas del XIX Congreso Latinoamericano: El Psicoanálisis Vincular en Latinoamérica. Lo Singular- Lo Múltiple. Buenos Aires.
Rea, C. (2011). Desnaturalización de la sexualidad: última frontera de la democracia. Formas afectivas y parentales a la prueba de la noción de género. Uni-versité de Lille. http://www.scielo.mec.pt/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S087455602011000100009
Ruzo, L. (2012). Adopción: familias homoparentales. Universidad de la República. Montevideo.https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/handle/123456789/9168
Salazar, C. (2009). Vérité biologique et fiction sociales dans l’histoire du droit paternel. Essai d’anthropologie juridique. En Enric Porqueres (ed.), Défs Con-temporains de la parenté. Editions de l’école des hautes ètudes en sciences sociales.
Santana, J. y Henríquez, I. (2014). Conflictos en familias homoparentales y posi-bilidades de la mediación. International Journal of Developmental and Edu-cational Psychology, 6(1), 183-190. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=349851790021
Santos, G. (2013). Parentalidades: experiencias instituyentes. Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires. 2013. http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras/obligatorias/053_ninez1/material/descargas/parental_idades_santos_2013.pdf
Tort, M. (2016). Las subjetividades patriarcales. Buenos Aires: Topia.