2023: Lo Materno - Vol XLV nº 1

Claudia Bregazzi: Médica Especialista en Psicoanálisis General e Infanto Juvenil (IPA). Especialista en Psiquiatría General y en Psiquiatría Infanto Juvenil.  Miembro Titular con función didáctica de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, (APdeBA). Profesora Universitaria. Directora de la Especialización en Psicología Clínica de Niños y Adolescentes del Instituto Universitario de Salud Mental de ApdeBA. Coordinadora del Área de Autismo y Patologías Graves de la Primera Infancia de APdeBA.

Resumen: Considerando el nuevo paradigma de la adopción, en tanto a través de ellos se procura a un niño, niña o adolescente privado de cuidados parentales un medio en el cual pueda desarrollarse lo más plenamente posible, se intentará identificar los factores emocionales que puedan incidir negativa o positivamente en la evolución de estos procesos y en qué etapa del proceso de adopción lo hacen, con miras a instrumentar medidas preventivas o terapéuticas tempranas. Se evaluará si hay características específicas en la relación parentofilial en casos de adopción.  

Descriptores: Adopción, Familia de origen, Relato, Historia, Parentalidad, Niñez, Adolescencia.

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* El presente es una síntesis del Trabajo Final de Maestría en Psicopatología y Salud Mental, titulado “Vicisitudes y complejidades de los procesos de adopción”, ubicable en la web con el link http://biblioapdeba.no-ip.org/pgmedia/EDocs/2021.%20iusam-bregazzi.pdf

Introducción

Hoy más que nunca sabemos que las catástrofes sociales, las guerras, las epidemias, la desigualdad y las crisis en general impactan de un modo particular en uno de los sectores más vulnerables de la sociedad como son los niños y los adolescentes. Los procesos de adopción son una manera de atender a esta vulnerabilidad y proveer los medios para proteger a niños y adolescentes en situaciones de potencial desamparo, construyendo una nueva forma de convivencia familiar en el cual un niño privado de cuidados parentales pueda desarrollarse de la mejor manera posible. Ahora bien, la clínica nos ha enseñado que muchas veces este proyecto cumple sus fines pero otras puede fracasar, con el consiguiente sufrimiento de todos los participantes.

Este trabajo surgió de la percepción de este sufrimiento, por lo que comencé a interesarme por los factores que inciden en la evolución de estos procesos y en qué etapa de los mismos lo hacen, con lo cual se podría —en un futuro— instrumentar medidas preventivas o terapéuticas tempranas para fortalecer los factores que inciden positivamente y evitar o resolver los que lo hacen en forma negativa.

Antecedentes personales en mi abordaje del tema

El tema de la adopción me interesa hace muchos años, desde mi trabajo en un Servicio de Salud Mental Pediátrica, en el cual solía recibir consultas de padres adoptivos y de pretensos adoptantes, atravesados en general por problemas de infertilidad. Muchas veces estos últimos, ya estando inscriptos como postulantes en el Registro Único de Adopción o transitando el Proceso de Guarda, se sentían afectados por lo que consideraban un trámite engorroso, por la investigación sobre sus vidas y sobre lo que ellos consideraban “un cuestionamiento de su capacidad de ser buenos padres2. Pero, en general, el común denominador de padres de ese nivel socio económico era la demora e incertidumbre que solían acompañar el proceso y una sensación de ser víctimas de una injusticia, evidenciable en frases como “a los padres biológicos no les piden tantos requisitos”. Esta afirmación da por supuesta la equivalencia entre la parentalidad biológica y la adoptiva, presupuesto no comprobado cuya naturalización, como veremos en este trabajo, puede ocasionar o empeorar las dificultades.

2. En realidad, el equipo de adopción evalúa “la disposición adoptiva”, (Lombardi et al., 2020).

A medida que me iba adentrando en las complejidades de los procesos de adopción, mi visión se iba ampliando. Desde la problemática de las familias adoptivas —temas frecuentes de consulta: cómo informar al niño de su adopción, trastornos de conducta o aprendizaje, etc.— se fue extendiendo hacia las familias del origen, no siempre constituidas como tales, pero dejando indicios de su presencia en la historia del niño, niña o adolescente. Hay que admitir la intercurrencia de dos historias en la vida de los niños y adolescentes adoptados: la del origen –conocida o no, pero siempre fantaseada, tanto por los padres adoptantes como por el mismo niño– y la de la adopción, exitosa o frustrada.

La cara oculta de la adopción

Este artículo intenta identificar las dificultades emocionales que puedan surgir en los procesos de adopción, entorpeciendo el cumplimiento de su objetivo, y que muchas veces son silenciadas por los medios de comunicación, en los cuales prima una concepción idealizada de la misma. La adopción como práctica empieza con la historia de la Humanidad, dado el estado de indefensión de un niño de corta edad. El tema ha sido abordado desde siempre, en cuentos, novelas y leyendas; en artículos psicoanalíticos y en legislaciones. Sin embargo, a lo largo de la historia se ha producido un cambio del paradigma que rige los procesos de adopción: buscar una familia para un niño y no un niño para una familia. En la Argentina entre los años 70 y 90 se utilizó una práctica, a todas luces ilegal pero tolerada por la sociedad y aun por la Justicia, que fue la “adopción directa” o “guarda puesta”. La misma consistía en que uno o los dos progenitores, generalmente en situación de vulnerabilidad social, entregaban a su hijo a otra persona o pareja. Estos, tiempo después, pedían a la Justicia la adopción definitiva. Muchos jueces la otorgaban basándose en que el niño había convivido con dicha familia desde edad temprana. Sin embargo en ambos casos todo esto había escapado al control de la Justicia y a su obligación de evaluar la aptitud de los aspirantes a desempeñar esa función.

En realidad, en el trasfondo de estas prácticas había una disociación valorativa entre los padres biológicos y los aspirantes a adoptar, basada fundamentalmente en la ubicación socioeconómica de unos y otros dentro de la sociedad. Desde el punto de vista psicoanalítico esto favorecía la aparición de trastornos relacionales al desvalorizar el origen de los niños, lo cual podía generar una ambivalencia que perturbara el vínculo. Al abordar el tema de la adopción, cuestiono términos que considero “saturados” como el de abandono, rechazo o desamparo, porque muchas veces no se trata de madres abandonantes sino de madres —o familias— en estado de abandono social que deben “entregar” a sus niños para ser cuidados por otros.

Conceptualizaciones principales sobre las que se basa mi visión de los procesos de adopción

Hay tres conceptualizaciones fundamentales sobre las que se basa mi visión de los procesos de adopción: si bien no son originales, en algunos aspectos les he dado un sesgo particular.

  1. Adopción como relevo: tiene en cuenta dos historias: la del origen (conocida o imaginada) y la adoptiva. Requiere de los padres adoptivos haber desarrollado una capacidad para el duelo, respetando la historia previa, aun prenatal, del hijo. Considero que el término “relevo” (San Martino Pomés, 2014) permite incluir naturalmente al niño en la cadena generacional de los adoptantes, así como también incluir a la nueva familia en la cadena filiatoria del niño. Dos familias quedarían de esta manera vinculadas, aunque esto no sea explícito
  2. Modelo de caleidoscopio, introducido por Eva Giberti en 1981, que sugiere que en los hijos adoptivos prima una imagen parental “caleidoscópica”, un “armado” de figuras identificatorias compuesto por rasgos de los padres del origen y de los adoptantes. donde tanto el hijo como los padres “toleren” el origen mixto de los mismos. Y que este armado pueda ser flexible y cambiante, según las circunstancias vitales del niño o joven, y trasladarse a un “deseo” caleidoscópico.
  3. La encrucijada identificatoria en la adolescencia. En la adolescencia los jóvenes tienden a buscar nuevos modelos identificatorios, en su proceso de desasimiento de la autoridad parental. Los hijos adoptivos tienen un molde previo en el cual verter sus anhelos identificatorios: los padres del origen imaginados. La encrucijada identificatoria en la adolescencia (Bregazzi, 2019) ubica al joven en un dilema entre abrirse al futuro o, en un movimiento regresivo, identificarse primariamente con los padres del origen imaginados. Esta motivación puede estar en la génesis de las fugas o actuaciones de los hijos adoptivos al llegar a la adolescencia, y tener participación en los embarazos de adolescentes adoptivas, fenómeno relativamente frecuente.

Conflictos y trastornos en los procesos de adopción

Diferencio conflictos de trastornos porque los primeros son inherentes al relacionamiento humano y al crecimiento de sus participantes. Si estos no se resuelven pueden convertirse en trastornos que influyan negativamente en los Procesos de Adopción. Describiré algunas situaciones que pueden ser fuente de los mismos.

1. Intrusiones en la intimidad familiar

Los procesos de adopción forman parte, junto con los de la fertilización asistida, de lo que denominé “procesos de filiación intervenidos”. Si bien siempre hay un tercero simbólicamente presente, en estos procesos este tercero se concretiza a través de la participación de médicos, asistentes sociales, psicólogos forenses y jueces, cuyas evaluaciones van a influir en el otorgamiento del niño anhelado. A su vez esta publicación de lo privado se repetirá en varias etapas de la vida del niño: consultas médicas, ingreso escolar o aparición de enfermedades con potencial hereditario. Estas intervenciones, aunque necesarias, pueden conspirar contra la construcción de la intimidad familiar, necesaria para establecer los lazos afectivos vinculares.

Pero también hay “sombras de terceros” que acechan los nuevos vínculos, constituyendo la presencia negativa de los padres biológicos. Negativa en cuanto reverso de los padres adoptivos, que deben luchar por la posesión de estos hijos, lo cual los hace sentir deseados, necesidad básica de todo ser humano.

2. La posibilidad de devolución

La devolución de niños adoptivos es bastante frecuente, no hay datos estadísticos ciertos. Muchas veces el mismo equipo las oculta o disimula, porque también cuestiona su trabajo. En realidad, la devolución es el pasaje al acto de una fantasía específica de los procesos de adopción. Como dice María Luiza Ghirardi. sólo el niño adoptivo puede ser devuelto. El hijo biológico puede ser rechazado o abandonado, pero nunca devuelto. Conflictos parentofiliales propios de cualquier familia pueden denunciar la alteridad amenazante del hijo adoptivo y la devolución parece la única salida para recuperar el equilibrio narcisístico del grupo familiar original.

Pero las consecuencias de la devolución en el niño o niña son nefastas: inciden severamente en el sentimiento de identidad, ya que la devolución les hace experimentar un “desnacimiento” (Ghirardi, 2015), una revivencia del no deseo de hijo imaginado en el coito del origen. Esto puede provocar una falta de deseo, un transitar errático por la vida sin interesarse con entusiasmo por ningún proyecto. En estas situaciones es muy importante la intervención de los funcionarios judiciales encargados del proceso, porque permitir o acelerar la devolución significa confirmar la ilusión de omnipotencia del niño/a o joven favoreciendo su identificación con un ser negativo o dañino.

Incidencia de los Factores de Riesgo y Protección en las diferentes etapas de los procesos de adopción

1. Primera etapa: la demanda de adopción

Factores de riesgoFactores de protección
Idealización de la adopciónDisponibilidad adoptiva
Esperanza mesiánica depositada en el niñoConsiderar que toda la familia debe esforzarse para integrar al niño.
Desvalorización del origen del niño/aRespeto por el origen
Maniobras ilegalesTener en cuenta el costo emocional de la mentira, la transgresión o el ocultamiento

En nuestro medio predominan las representaciones sociales que idealizan la adopción, como una publicidad que decía “Adoptar es TODO”, aludiendo a una maravillosa completud, muy lejana de los intrincados derroteros que abordo en este trabajo. Esta concepción parcial puede ser asumida por personas bien intencionadas para encarar estos procesos sin tener en cuenta que la adopción es una “tarea” (Vilaginés, 2012) para la cual no todos los que podrían ser buenos padres biológicos están preparados. También puede haber una expectativa de que el niño arribante solucione todos los problemas –ser la única pareja sin hijos en la familia, sentirse vacíos, etc.- sin tener en cuenta de que toda la familia debería trabajar para ayudar a la adaptación del nuevo miembro.

Estas situaciones de riesgo se potencian en determinadas situaciones como la adopción de niños mayores o grupos de hermanos, el silenciamiento por parte de los padres adoptivos de sus dudas o temores por temor de que les saquen al niño, y la inversión de la demanda, o sea priorizar el deseo de los adoptantes por sobre las necesidades del niño.

La disponibilidad adoptiva, como factor protector, implica estar dispuesto a “ese” niño”, dejando de lado modelos preconcebidos como la familia tradicional y la posesión de hijo. Para transitar estas situaciones, es necesario que los pretensos adoptantes tengan no sólo una profunda preparación sino también un acompañamiento por parte de la Institución a cargo del proceso, en el cual puedan plantear sinceramente sus dudas y dificultades y que éstas sean escuchadas como problemas habituales del relacionamiento parento filial.

2. Segunda etapa: Período de Guarda

Es el momento del encuentro, en el cual caerán las imágenes idealizadas para que se constituya la neo familia. Período de 180 días que actúa como espacio transicional para evaluar si se genera un lazo afectivo. Confluyen tres expectativas diferentes: la de los padres adoptivos, la del niño/a y la del equipo de adopción.

Es un momento delicado, puede haber un periodo depresivo tanto en los niños como en los padres. Requiere mucho acompañamiento de parte del equipo.

Factores de riesgo  Factores de protección  
Etapa de mayor riesgo de devolución 
Centrar las energías en conseguir la adopción sin tener en cuenta el trabajo continuo de la post-adopciónAceptar un niño que ya ha sido contenido y soñado (Käes).  
Desmentir el deseo del coito fecundo que dio origen al niño.  Aceptar la complejidad de un deseo caleidoscópico

3. Tercera etapa: Adopción definitiva

Factores de riesgo  Factores de protección  
Pretender una rápida construcción del vínculoDarse tiempo para la construcción de un vínculo filiatorio.  
No poder comprender o tolerar el comportamiento hostil inicial del niño.  Afiliación y creación de lazos como facilitadoras de la filiación.  
Suponer implícitamente que la parentalidad adoptiva autoriza la devolución.  Construir un relato familiar dinámico con el aporte de todos los miembros  

El comportamiento hostil del niño puede deberse a sus experiencias previas de maltrato o devolución; puede descargarlo sobre los padres que lo reciben y a su vez probar la incondicionalidad de estos.

Alberto Eiguer (2010) describe la incorporación de un miembro a la familia como un microtraumatismo que se va elaborando gradualmente. Es sostenido por la cohabitación y por deseos de cuidado hasta que se instalan los vínculos y lugares filiatorios. Es muy protector construir un relato familiar que crece con la familia y que se nutre de experiencias compartidas, ya que el relato ayuda al pensamiento, y no siempre al revés.

4. Especificidades de la pubertad y la adolescencia

Ante la embestida adolescente, los padres corren el riesgo de equiparar la infertilidad con una incapacidad para ser modelos identificatorios plenos para sus hijos y en ese caso tender a abdicar de las funciones parentales, en lugar de resistir con la seguridad de ser un sostén identificatorio firme y genuino, renovando el propio deseo de ahijar, haciendo que el joven esta vez sí se sienta deseado en lugar de sucumbir a la compulsión de repetición.

5. Otro factor: Participación de los funcionarios en el proceso

Factores de riesgo  Factores de protección  
Manejo de situaciones difícilesEvaluar crisis vitales en los pretensos adoptantes (aparición de enfermedades físicas que hagan temer por la prosecución del apellido, fallecimiento de un hijo biológico anterior, etc.)
Interpretación de la devolución como un fracaso de su trabajo y dificultad para nominarlaSeguimiento y asesoramiento en el período de guarda y aun en la adopción definitiva  
Desinteligencias entre los organismos que se ocupan de la adopción.  Una adecuada coordinación del equipo

Nuevas aperturas

Inevitablemente al profundizar en el tema se abren nuevos interrogantes: ¿Cómo será la relación entre los hijos adoptivos con sus propios hijos? ¿Sería posible la adopción de madres adolescentes con sus bebés? ¿En este caso, se estaría incursionando en las llamadas “adopciones abiertas”?

Si bien ampliamente trabajado, el tema de la adopción sigue vigente. Va adquiriendo diferentes matices según la época, la cultura y las circunstancias. Tiene una coordenada ética y está profundamente relacionado con la vida y sus devenires. Como dice el poeta: “Para nacer he nacido, para encerrar el paso de cuanto se aproxima, de cuanto a mi pecho golpea como un nuevo corazón tembloroso”. (Pablo Neruda, 1978). En otras palabras, alude a la apertura permanente al futuro, la vital disposición a enfrentar los cambios que el curso de nuestra existencia conlleva.

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Fatores de risco e fatores de proteção no processo de adoção. Uma perspectiva psicanalítica.

Resumo: Considerando o novo paradigma da adoção, na medida em que uma criança ou adolescente privado de cuidados parentais é dotado de um ambiente no qual possa se desenvolver o mais plenamente possível, tentar-se-á identificar os fatores emocionais que possam ter uma influência negativa ou positiva na evolução desses processos e em que estágio do processo de adoção eles o fazem, com vistas à implementação oportuna de medidas preventivas ou terapêuticas. Avaliará se existem características específicas na relação pai/mãe-filho na adoção.

Descritores: Adoção, Familia De Origem, História, Parentalidade, Infância, Adolescéncia.

Risk factors and protective factors in the adoption process. A psychoanalytical perspective.

Abstract: Considering the new paradigm of adoption, insofar as a child or adolescent deprived of parental care is provided with an environment in which he/she can develop as fully as possible, an attempt will be made to identify the emotional factors that may have a negative or positive influence on the evolution of these processes and at what stage of the adoption process they do so, with a view to implementing early preventive or therapeutic measures. It will assess whether there are specific characteristics of the parent-child relationship in cases of adoption.  Descriptors: Adoption, Family of Origin, History, Parenting, Childhood, Adolescence.

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